Título
La transición del planeta Cereal
Resumen
Granola regresa a la planeta Cereal, donde los Sugarianos, nueva especie que habita en la ciudad reconstruida gracias a la familia Heata, lo reciben cordialmente. Aunque le aconsejan descansar y mudarse con ellos, Granola prefiere seguir viviendo en las montañas, desde donde puede ver las ruinas de su ciudad natal, destruida hace 40 años por la armada de Freezer y los Saiyajin en forma de Ōzaru. Para él, aquel recuerdo sigue siendo imborrable.
Mientras tanto, en el planeta de Bills, Vegeta inicia un duro entrenamiento bajo la guía del Dios de la Destrucción. Bills le revela que cargar con los pecados del pueblo Saiyajin es lo que lo frena y que si quiere obtener el poder de un Dios de la Destrucción debe abandonar toda duda y reconstruirse desde cero. Vegeta se enfurece cuando Bills admite que fue él quien sugirió a Freezer aniquilar a los Saiyajin. La ira del príncipe lo lleva a enfrentarse directamente contra Bills, pero la diferencia de poder es abismal: Bills lo somete fácilmente y le demuestra el verdadero poder de la técnica Hakai, borrando parte de su armadura. Finalmente, le enseña que antes de la creación siempre debe existir la destrucción.
Por otro lado, la familia Heata investiga la memoria de OG73-i. Elec, líder del grupo, descubre que entre sus datos hay información clave sobre las esferas del dragón, capaces de conceder cualquier deseo. Comprende entonces que este misterio está relacionado con sucesos como la resurrección de Freezer. Al enterarse de que un namekiano llamado Monite sigue con vida en la planeta Cereal junto a Granola, Elec ve en ello un nuevo objetivo.
En la planeta Cereal, Monite intenta aconsejar a Granola: le recuerda que usar las esferas del dragón por venganza está prohibido y que los deseos solo deben pedirse para fines nobles. Sin embargo, al ver en las noticias que fue hallada la segunda esfera perdida hace 40 años, Granola decide ignorar la advertencia. Esa misma noche roba la esfera y, con la ayuda de Oatmil, invoca al dragón.
Ante sus ojos aparece la imponente figura de Toronbo, el dragón de la planeta Cereal, quien le concede formular su deseo. Sin dudarlo, Granola declara:
“¡Haz de mí el guerrero más fuerte del universo!”
