Título
Los saiyans y el ceresiano
Resumen
Los Heata siguen con su plan maestro: enfrentar a Gokú y Vegeta contra Granola, con la esperanza de que ambos bandos se eliminen entre sí. Aunque en realidad, la sola declaración de Granola como “el más fuerte del universo” ya era suficiente para atraer a los Saiyajin tarde o temprano.
Desde el inicio, Vegeta percibe que algo no cuadra. Sospecha que el supuesto villano no ha causado destrucciones masivas, lo que hace dudar de la historia que les contaron. Sin embargo, sus pensamientos son interrumpidos cuando empieza la ofensiva: Granola los ataca a distancia utilizando su habilidad innata de francotirador. Sus disparos son tan precisos que incluso Gokú, con Ultra Instinto, apenas logra esquivarlos.
Comienza así una persecución para encontrar el origen de los disparos. Gokú aplica lo que Whis le enseñó: usar la señal del Ultra Instinto en su estado base, mientras Vegeta opta por transformarse en Super Saiyajin. La estrategia no sale del todo bien para Gokú, que recibe un disparo en un punto vital en la nuca, cayendo gravemente herido. Vegeta lo reprende por experimentar en plena batalla y le da una de sus semillas del ermitaño para que se recupere.
Cuando al fin se enfrentan cara a cara, Gokú y Vegeta notan que la energía de Granola se asemeja al poder de destrucción que Bills le ha enseñado a Vegeta. El combate comienza, y los Saiyajin deciden turnarse: primero pelea Gokú mientras Vegeta observa, investigando en silencio el verdadero trasfondo del céréalien.
Granola demuestra que puede mantener a raya a Gokú incluso en Super Saiyajin Dios. Pero la gran sorpresa llega cuando Gokú combina la señal del Ultra Instinto con esta transformación, logrando un estilo más eficiente. Vegeta reconoce que el movimiento parece haber mejorado al fusionarse con esa forma, insinuando que el Ultra Instinto podría ser más flexible de lo que se pensaba. Aun así, Gokú sigue vulnerable: Granola insiste en que aunque pueda esquivar casi todo, siempre quedan puntos vitales expuestos.
El combate se intensifica. Gokú escala hasta el Super Saiyajin Blue con Ultra Instinto, y la lucha amenaza con expandirse hacia las ciudades de los Sugarianos, ajenos al enfrentamiento. Granola deja escapar pistas sobre sus verdaderas intenciones, pero Gokú no capta el trasfondo de sus palabras.
Mientras tanto, Vegeta se concentra en analizar la situación. Su instinto le revela quién es realmente Granola y el origen de su rencor: él es un sobreviviente de la masacre que los Saiyajin, bajo las órdenes de Freezer, cometieron en la planeta Cereal. Vegeta comprende que no están luchando contra un simple adversario, sino contra la furia acumulada de un pueblo exterminado.
El capítulo concluye con Gokú y Granola aparentemente equilibrados en poder, aunque la ventaja podría caer del lado del céréalien en cualquier momento con un solo golpe preciso. Vegeta, con el conocimiento recién adquirido, se prepara para intervenir… pero la incógnita es clara: ¿actuará según las enseñanzas de Bills, sin dejarse frenar por la culpa, o reconocerá la carga del pasado Saiyajin ante Granola?
