Título
El orgullo de una raza
Resumen
Oatmil confirma que la grabación del scouter de Bardock terminó. Goku queda impactado por lo que escuchó de su padre, mientras Monite explica que Bardock dejó el scouter atrás antes de partir de la Tierra Ceresiano. Gracias a eso, Goku empieza a recuperar recuerdos de su infancia: los momentos en que Bardock regresaba herido de misiones, la vida cotidiana con su madre Gine, y sobre todo, el instante en que fue enviado en una cápsula fuera del planeta Vegeta.
Conmovido, Goku admite frente a Vegeta que al fin entiende lo que significa el orgullo saiyajin. Vegeta, a su vez, reconoce que había perdido de vista lo importante: no es cargar con los pecados del pasado, sino aceptar quiénes son y luchar con determinación. Aunque le fastidia que fuera Bardock quien le recordara esto, Vegeta comparte esa convicción con Goku. La conversación incluso se torna más ligera, con ambos discutiendo en tono burlón sobre quién ha sido más “consentido” en su vida.
Monite, orgulloso, les dice que la verdadera herencia de su raza no es la venganza sino la dignidad de aceptarse tal cual son. Luego, cura sus heridas y les cambia la ropa a armaduras saiyajin como la de Bardock, pero Goku y Vegeta prefieren mantener sus atuendos habituales.
En ese momento, Gas llega a la casa de Monite. Declara que esta vez no habrá escapatoria. Goku y Vegeta salen a su encuentro, decididos a luchar. Ambos activan sus máximas transformaciones: Goku con el Ultra Instinto Perfecto y Vegeta con el Ultra Ego.
Desde el vaisseau, Elec, Maki y Oil observan. Maki se impacienta por saber si esas transformaciones son realmente fuertes, y Oil confirma que sí. Elec, sin embargo, se muestra confiado, recordando que Gas recibió su deseo después de que Goku y Vegeta cayeran ante Granola.
El combate empieza con enorme intensidad. Goku y Vegeta atacan coordinados, pero Gas bloquea y esquiva casi todos sus golpes. Aun así, empieza a sentirse presionado por su insistencia. Vegeta prepara entonces una técnica destructiva propia de los Dioses de la Destrucción, una esfera de energía que podría aniquilar incluso a Goku si la toca. Gas logra detenerla con un escudo, pero Goku aparece para ayudar a Vegeta y juntos empujan la esfera contra él.
Gas contraataca, desviando la esfera sin tocarla y regresándola hacia los saiyajins. En medio del forcejeo, Vegeta se lanza directo contra Gas, recibiendo un castigo brutal. Goku, en cambio, consigue desviar la esfera hacia el cielo, salvando a la ciudad.
A pesar de sus heridas, Vegeta conecta un poderoso puñetazo en el rostro de Gas, que queda sorprendido de que aún pueda levantarse. Vegeta, con una sonrisa desafiante, le explica:
“El daño que recibo es mi combustible… cuanto más me hieres, más fuerte me vuelvo.”
El capítulo cierra con Gas desconcertado y Vegeta reafirmando su orgullo saiyajin.
