Título
Son Goku, el terrícola
Resumen
El capítulo inicia con Krillin llegando al campo de batalla, convencido de que Goku no necesitará senzus. Moro yace bajo un gran rocas, pero Goku lo libera y le ordena ponerse de pie. Luego aparece junto a Krillin y sin pedir permiso toma las semillas.
Goku le ofrece un semilla del ermitaño a Moro con una condición: volver a la prisión de la Patrulla Galáctica y no intentar escapar jamás. Moro acepta sin pensarlo y tras comerlo recupera todas sus fuerzas, incluso regenera su brazo. Pero en lugar de rendirse, ataca a Goku con la intención de matarlo. El golpe se revierte en su contra: al tocar el cuerpo de Goku, su mano se fractura.
Desde la distancia, Whis explica que Goku ha afinado el Ultra Instinto, aumentando así su poder. Bills, en cambio, se irrita por verlo jugar con Moro en lugar de acabarlo rápido.
Un diálogo inesperado
Goku baja a su forma base y encara a Moro:
—¿Alguna vez te entrenaste?
Moro lo niega, despreciando el esfuerzo y llamándolo “cosa de débiles”. Goku lamenta que alguien tan fuerte nunca haya elegido entrenar, pues habría llegado mucho más lejos. Incluso afirma que si Moro hubiera sido bueno, habría disfrutado combatir contra él de verdad.
Jaco interrumpe, advirtiendo que Moro no cambiará y que debe ser eliminado. Pero Goku insiste en darle otra oportunidad:
—¿Vas a regresar a la prisión o no?
En ese momento, Moro recuerda que una de sus manos arrancadas había tocado la nuca de Merus. La atrae hacia sí y al unírsela obtiene también los poderes del ángel. Ante la sorpresa de todos, Moro declara que ahora su cuerpo se moverá por sí solo, como el de Goku.
Moro absorbe el poder de Merus
El villano se transforma de nuevo, mostrando un incremento brutal de poder. Whis deduce que Merus había sido copiado por 73 antes de ser absorbido, y que Moro ahora accede a esas habilidades divinas.
El choque entre Goku y Moro provoca explosiones que obligan a Whis a salvar a Jaco y Krillin. Los dos guerreros se enfrentan en combates aéreos y alrededor del planeta, hasta que Moro lanza a Goku contra las montañas. Pese a su fuerza, el cuerpo de Moro comienza a hincharse descontroladamente. Whis explica que su organismo no está preparado para manejar energía divina.
La fusión con la Tierra
Aun debilitado, Moro se niega a soltar ese poder. Goku le advierte:
—Vas a terminar como Saganbo, tu cuerpo no lo resistirá.
Pero Moro insiste en que no tiene límites. Finalmente, decide unirse a la propia Tierra, proclamando que ya no hay forma de destruirlo sin aniquilar también al planeta. Una gigantesca cabeza suya emerge del suelo y dispara un rayo hacia Goku.
Whis advierte que si Goku intenta acabarlo en este estado, la Tierra y hasta la galaxia corren peligro. El capítulo cierra con Moro convertido en una bomba viviente, decidido a seguir luchando.