Título
Moro el devorador de planetas
Resumen
Mientras los Guerreros Z se recuperan, notan que la Tierra se encuentra en un estado extraño. Vegeta advierte que todos deben evitar tocar el suelo, pues Moro absorbe la energía vital directamente del planeta. Gohan confirma que siente su cuerpo cada vez más pesado. Moro, ahora fusionado con la Tierra, ríe al creer que todo el poder le pertenece.
Desde la distancia, Bills observa junto a Whis, Krillin y Jaco. El Dios de la Destrucción considera intervenir, pero Whis recibe un llamado para regresar al Palacio del Gran Sacerdote, probablemente relacionado con Merus. Antes de irse, Whis le revela a Goku que su última oportunidad para vencer a Moro es destruir el cristal en su frente.
Goku intenta concentrarse en ello, pero el cristal desaparece. En ese instante, Vegeta aparece y ordena a Goku apartarse. El príncipe del Saiyajin golpea el suelo con fuerza, obligando al cristal de Moro a reaparecer. Vegeta le pide a Goku que lo destruya cuanto antes, ya que no podrá mantener el desprendimiento de ki por mucho tiempo.
Goku lo intenta con todas sus fuerzas, pero es detenido por Moro, que absorbe nuevamente su energía. Vegeta admite sus límites y Piccolo propone un plan: que Vegeta invierta su técnica y transfiera la energía de todos hacia Goku. Gohan, Piccolo, Yamcha, Tenshinhan, Chaoz, Dendé, Goten y Trunks aportan su poder. Vegeta reúne toda esa energía, la combina con la suya y se la envía a Goku.
Con ello, Goku se libera y vuelve a luchar, aunque apenas logra sostener el Super Saiyajin Blue. Moro lo atrapa otra vez y Goku reconoce que todo es culpa suya. Los Guerreros Z consideran que no hay salida. Yamcha incluso bromea con que morirá sin haberse casado.
De repente, una inmensa energía divina aparece. Es Uub, guiado por el Dai Kaioshin, quien transfiere su poder oculto a través de la distancia. Vegeta toma esa energía y la lanza hacia Goku, ordenándole que despierte.
Goku asciende al Ultra Instinto completo y crea un gigantesco avatar de energía para igualar el tamaño de Moro. Con su cuerpo real dentro de esa forma, se lanza directo al cristal de su frente y lo destruye con un golpe demoledor. Moro explota en pedazos, liberando a la Tierra.
En el cráter resultante, los Guerreros Z emergen entre las rocas, preguntándose si realmente terminó. Piccolo señala a Goku, que se mantiene de pie, sonríe y levanta el pulgar en señal de victoria.
