Título
El destino de los saiyajins
Resumen
El capítulo inicia con Granola desatando una ofensiva implacable contra Vegeta, logrando hacerlo retroceder hasta que este pierde su forma de Ultra Ego. Justo cuando Granola está a punto de darle el golpe final, Goku aparece en Super Saiyan Blue y lo impacta en el rostro, apartándolo de Vegeta.
Goku intenta hacerse cargo de la pelea, pero Vegeta no acepta su intervención. En un acto de orgullo, patea a Goku contra un depósito de agua y, tras acercarse, incluso lo golpea en el rostro para dejar en claro que esta es su batalla. Mientras discuten, Granola intenta aprovechar la distracción para perforar el abdomen de Vegeta con su técnica, pero Goku reacciona a tiempo y lo salva, aunque Vegeta termina estrellado contra una casa, aparentemente inconsciente.
La pelea se centra entonces en Goku y Granola. El céréalien usa su increíble velocidad para atacar el punto vital en la nuca de Goku, pero este refuerza la zona y logra resistir parcialmente el impacto, aunque vuelve a caer debilitado. Fingiendo estar derrotado, Goku contraataca con un disparo de energía que sorprende a Granola, pero la intensidad del combate lo deja al borde de sus límites.
En ese momento, Vegeta se reincorpora y, ante la sorpresa de Granola, vuelve a despertar el Ultra Ego. Ambos continúan la batalla, que se traslada a la ciudad de los Sugarians, ignorando las súplicas de Granola para llevar el combate lejos de los inocentes. La pelea se torna brutal: Vegeta incluso llega a morder el brazo de su rival, pero Granola lo inmoviliza pisándole los brazos y descarga ráfagas de ki directo a su rostro. Exhausto, Granola se sienta en el suelo.
Es entonces cuando un muro derrumbado deja a la vista a una madre sugarian abrazando a su hijo, aterrados por la destrucción. La visión provoca en Granola un flashback de su infancia, recordando cuando huía de los saiyajins durante el ataque a la Tierra Cereal. Rememora el momento en que se reencontró con su madre en una iglesia, instantes antes de presenciar algo aterrador que lo marcó de por vida.
De vuelta al presente, Granola, enfurecido, prepara una gigantesca esfera de energía con la intención de acabar con Vegeta. El príncipe saiyajin, exhausto, se prepara para resistir aun sabiendo que sus fuerzas están al límite. Goku intenta intervenir, pero también está agotado.
De repente, aparece una nave pilotada por Oatmil, con Monite en su interior. El anciano namekiano desciende y detiene a Granola justo antes de que libere su ataque, pronunciando unas palabras que lo dejan perplejo:
“Hace 40 años, quien nos salvó fue un saiyajin llamado Bardock.”
Con esta revelación, el destino de los saiyajins y de Granola da un giro inesperado.